Las Ágatas no son un mineral específico, sino un conjunto de variedades microcristalinas del cuarzo. Se forma en las cavidades de las rocas volcánicas, por donde se filtran y depositan por capas las soluciones calientes ricas en sílice. Se caracteriza por presentar una serie de bandas concéntricas, de colores similares, opacos y translucidos.
Las ágatas son piedras que sirven para asentar las energías y aportan equilibrio físico, emocional e intelectual.
El ágata tiene el poder de armonizar el ying y el yang las fuerzas positivas y negativas, que mueven a el universo.
Es una piedra calmante y aliviante, trabaja despacio pero aporta gran fuerza, sus múltiples capas pueden traer a la luz información oculta.
Psicológicamente el ágata facilita delicadamente la aceptación de uno mismo, fomentando la autoconfianza. Favorece al auto análisis, trayendo a tu atención cualquier alteración que este interfiriendo en tu bienestar.
Las ágatas potencian la función mental mejorando la concentración, la percepción y las habilidades analíticas, dirigiéndote hacia soluciones prácticas.
Las ágatas animan a expresar la propia verdad, además son cristales claros que pueden estimular recuerdos.
Emocionalmente este cristal supera la negatividad y la amargura del corazón. Sana la ira interna, fomentando el amor y el coraje para volver a empezar. Resulta útil para cualquier trauma emocional, crea una sensación de seguridad disolviendo la tención interna.
Espiritualmente el ágata eleva la conciencia, te vincula con la conciencia colectiva y la conciencia de unidad. Anima la contemplación serena y la asimilación de experiencias de vida. Conduciendo al crecimiento espiritual y a la estabilidad interna.
Chacra: Muladhara (Raíz), según el color también trabaja otros chacras...
Afinidad con los signos del zodiaco: Capricornio, Aries, Leo, Géminis, Virgo Y Tauro.
