Al observar la luz a través de un prisma podemos ver los siete rayos, como al observar un arcoíris. Cada color se corresponde con una vibración, que manifiesta un tipo de energía, al igual que nuestros chacras. Tenemos siete chacras principales, que se corresponden con estos colores.
La palabra chacra proviene del sanscrito y significa literalmente rueda o disco de energía. Los chacras son puntos energéticos, vórtices de energía, que nos conectan con el cielo, la tierra, y todo lo que nos rodea. Su función es la recepción, acumulación, transformación y distribución de la energía llamada praná, el praná que es la energía vital que mueve al universo, también se conoce como chi, ki y kundalini. Esta energía que circula desde nuestros chacras, conecta a nuestro cuerpo físico con nuestro cuerpo sutil, el alma.
Nuestros chacras que están distribuidos de manera vertical, en la zona media de nuestro cuerpo, desde el periné (el musculo entre el ano y los genitales), subiendo por la columna vertebral, hasta la coronilla de la cabeza. El primer chacra raíz, nos conecta con la tierra a través de un vórtice de energía abierto en dirección a ella. De manera muy similar a el séptimo chacra corona, donde su vórtice de energía está abierto hacia el cielo, conectándonos con la energía espiritual. Desde el segundo chacra sacro, pasando por el tercer chacra el plexo solar, el cuarto chacra corazón, el quinto chacra garganta, hasta sexto chacra tercer ojo. Su estructura energética se proyecta de manera diferente, ya que sus vórtices de energía, se abren en 2 direcciones; por la parte frontal y la parte posterior de nuestro cuerpo, relacionándonos con nuestro entorno.
Los estudiaremos en detalle uno por uno, describiendo su energía y que cristales trabajan en cada uno de los chacras.
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